
Herencia hispana

La historia del México moderno, y también vale decir de la América toda, comenzó con el arribo español al nuevo continente a finales del siglo XV. A partir de esa fecha se desarrolló la conquista de todos los territorios indianos y su asimilación a la cultura...
hispana. México fue el gran escenario para este proyecto tan trascendental, y lo que ocurriría allí tendría repercusiones y réplicas en el centro y sur de América. Tal muestra de la importancia de esta región, que no por nada sería el primer virreinato americano con el nombre de Nueva España, se evidencia en sus apellidos, porque dan cuenta de los orígenes peninsulares que, con adiciones y mixturas mayores y menores, continuaron a través del tiempo y el espacio. Por eso, un genealogista que investigue el origen de los apellidos mexicanos sabe que debe remontarse a los tiempos de la conquista de América El ejemplo más claro de esto es el apellido Hernández, entre los más escuchados en el mundo latinoamericano. Éste es, de hecho, el apellido más común entre los mexicanos. Y ello se debe a que, durante la evangelización en los primeros años de la Colonia, a muchos indígenas nativos se les colocó un mismo apellido para simplificar un proceso largo: Hernández. El sufijo –ez provenía del español antiguo para “hijo de”, y se solía aplicar a los descendientes de grandes señores. Entonces, todos los novohispanos eran, de cierta forma, hijos de nada más y nada menos que Hernán Cortés, 1° Marqués del Valle de Oaxaca.

De la época colonial también tenemos noticias de un interesante caso de mestizaje nobiliario: encontramos que Diego Luis Ihuitemotzin de Moctezuma, descendiente del famoso tlatoani Moctezuma Xocoyotzin (o Moctezuma II), se unió al linaje español al...
contraer nupcias con Francisca de la Cueva, perteneciente por filiación al Ducado de Albuquerque. El hijo de éstos, Pedro Tesifón de Moctezuma, sería posteriormente el primer conde de Moctezuma. Fue éste un título que evolucionó y se mezcló con muchos otros. Hoy tiene larga data en el país, con más de 300 descendientes hoy vivos en México. Otro de los apellidos que se pueden escuchar con más frecuencia en México es el Meza. A veces estilizado ortográficamente como Mesa, se encuentra registrado como una de las casas nobles que hicieron vida en la península ibérica desde el siglo IX hasta ya entrado el siglo XV, y se ha hecho común debido a la alta tasa de emigración que se vivió entre la antigua metrópoli y el Nuevo Mundo. México además comparte la popularidad del apellido Mejía con otros países del Caribe y América del Sur. Pero sobre su origen existen ciertas hipótesis: una de ellas consiste en que proviene de la ciudad de Mugía, localizada en Galicia; pero otra hipótesis, aunque no muy difundida, sugiere que pudo haber tenido un origen sefardí, ya que el apellido “Messiah” pudo haber evolucionado forzosamente hacia “Mesía”, por requerimiento de las autoridades españolas a los pobladores judíos de la península.

Si continuamos hablando de conexión a la nobleza ibérica, tenemos otro ejemplo en el apellido Herrera. Corresponde al de un marquesado creado en 1790 para Vicente de Herrera y Rivero, quien pocos años antes había funcionado como...
virrey de Nueva España y también como regente de la Real Audiencia de México. Por otra parte, el apellido Cervantes, no necesariamente ligado al famoso creador de Don Quijote, proviene de la novohispana Casa Gómez de Cervantes, el cual fue originado en Castilla y traído a Nueva España de la mano de Hernán Cortés. Hoy en día, tanto Gómez como Cervantes son fácilmente reconocibles entre el público mexicano. Un exponente ha sido Pedro Cervantes, famoso escultor de murales del siglo XX y que ha dado exposiciones en gran parte del mundo. Por otra parte, el apellido compuesto López-Portillo, que le pertenece a una destacada familia de políticos, abogados e historiadores, puede rastrear sus orígenes en el País Vasco, habiendo llegado al continente americano en el siglo XVI. De la misma manera, el apellido Salinas, también perteneciente a un expresidente y a varios políticos e ingenieros de renombre, puede rastrear su origen a Gregorio de Salinas Varona, noble español oriundo de Torme (Burgos), que fue gobernador de la provincia de San Francisco de Coahuila entre 1692 y 1698, y del Nuevo Reino de León entre 1705 y 1707. A grandes rasgos, esto evidencia que la influencia europea en México, que empezó de la mano del imperio español, es de gran arraigo en el país norteamericano, y su tradición ha modelado su cultura y sociedad desde hace siglos hasta los años presentes, creando una relación y una conexión que comparte con el resto de la América Latina. Seguramente que una investigación genealógica de los apellidos mexicanos actuales refleja sin ambages su ascendencia ibérica.

Al venezolano de a pie de la actualidad, aficionado o no a la historia del país y de sus orígenes, le podrá caer de sorpresa si se le menciona, así sea de manera somera, una lista de los títulos nobiliarios que fueron otorgados por la Corona española para destacados...
ciudadanos que hicieron vida antes y durante los tiempos de la Capitanía General. Largamente dejados en el olvido luego de que la Constitución Federal de los Estados de Venezuela de 1811 suprimiera su vigencia y validez, nunca está demás el rescatar su memoria a fin de tener un panorama de la sociedad venezolana en sus estadios más genéticos. Y, tal como sucedió en el resto de las posesiones ibéricas en el Nuevo Mundo, se correspondió con un proceso de adaptación de las maneras y costumbres españolas al nuevo mundo que pretendían crear en América. Muchos de ellos tenían en común tener ascendencia en familias nobles de la metrópoli, así como descender de los conquistadores llegados a principios del siglo XVI, y el ser propietarios de grandes extensiones de tierra. Sus haciendas comúnmente estaban dedicadas a la producción de la semilla de cacao. De aquí que el venezolano de a pie utilice la expresión “gran cacao” para referirse a alguien destacado o con grandes pretensiones dentro de la sociedad.

Si bien hubo nobles que durante los siglos XVI y XVII se asentaron en varios puntos de la actual geografía nacional, el primer título nobiliario que puede decirse fue creado con nombre venezolano fue el concedido para Gabriel Fernández de Villalobos.
En 1686, el rey Carlos II le concedió el título de Marqués de Bariñas y Guanaguanare, refiriéndose obviamente a las ciudades llaneras de Barinas y Guanare. Fernández de Villalobos destacó por tener una vida bastante intensa que nutrió con emprendimientos y cultivo asiduo del campo venezolano durante aquellos tiempos. No obstante, el título se extinguió momentáneamente junto con su portador, siendo rehabilitado ya entrado el siglo XX por el rey Alfonso XIII. Pero podríamos decir que el primer título de importancia fue el otorgado a Juan Mijares de Solórzano y Hurtado de Monasterios, el día 17 de julio de 1691, siendo el primer Marqués de Mijares. De su unión con Teresa Tovar y Pacheco nació su hijo, José Ignacio Mijares de Solórzano, tuvo una destacada vida como miembro del clero, además jugar un papel fundamental en la creación de la Real y Pontificia Universidad de Caracas en 1721, y ser su segundo rector.

El año de 1732, ya empezado el reinado de Felipe V, vio el nacimiento de dos nuevas mercedes para ciudadanos ilustres domiciliados en Venezuela. En primer lugar, a Antonio Pacheco de Tovar le fue conferido el Condado de San Javier.
El personaje en cuestión fue hijo de Juan Jacinto Pacheco y Mesa, alcalde del Ayuntamiento de Caracas, se destacó por ser capitán de infantería, maestre de campo y sargento de milicias de Caracas. En 1744 se le concedió la gracia del Condado de Torre Alta a Gabriel José de Zuloaga Moyúa, quien en ese entonces fungía como Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela. El título muy probablemente haya sido una recompensa para Zuloaga, por cuanto había sido el responsable de comandar las tropas que derrotaron a un contingente británico comandado por Charles Knowles en la Batalla de Puerto Cabello (1743), un episodio de la llamada Guerra del Asiento. El Condado de Tobar le fue conferido en 1771 a Martín de Tovar y Blanco, capitán de milicias y alcalde de Caracas, título que sumaba a su previo Vizcondado de Altagracia. Además de tener filiaciones con el Marquesado de Mijares y el Condado de San Javier, a Tovar lo ayudaba el hecho de ser descendiente directo por línea paterna del conquistador Alonso Díaz Moreno, famoso por ser el fundador de la ciudad de Valencia en 1555. Como último detalle, otra curiosidad histórica: los condes de San Javier, la Granja y Tobar tenían sus residencias principales en el mismo sector de Caracas, a escasos metros la una de la otra. Ese punto es hoy conocido por la geografía coloquial caraqueña como la esquina de El Conde.

En 1771 se le concedió la gracia nobiliaria a Juan Bernardo Rodríguez del Toro, quien pasó a la historia como el primer Marqués del Toro. El beneficiario, oriundo de Teror (Canarias) y llegado a la provincia de Venezuela a principios de siglo...
era hijo de Blas Rodríguez del Río y Catalina del Toro y Heredia. Por su línea materna, el cronista Diego de Urbina asegura que el apellido Toro descendía de la nobleza castellana, ya que fueron descendientes de Fernando I de León, llamado “El Magno”. A los efectos de la historia de Venezuela, el Marquesado del Toro resulta importante, por cuanto el II Marqués, Francisco Rodríguez del Toro e Istúriz, fue abuelo de María Teresa del Toro y Alaiza, esposa del Libertador Simón Bolívar. Por su parte, Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, IV Marqués del Toro, fue signatario del Acta de Independencia de Venezuela en 5 de julio de 1811. En 1739 fue creado el Marquesado de Uztáriz y su primer merecedor fue Casimiro de Uztáriz y Azuara, quien era miembro de la Orden de Santiago y que residía en Caracas, habiéndose trasladado allí desde España en calidad de Secretario del Consejo de Indias. Procedente de una familia oriunda de las provincias vascongadas, previamente había sido Teniente General de los Ejércitos Reales, y también se había desempeñado como Secretario de Estado y Guerra, así como ministro durante el reinado de Fernando VI. José de Solano y Bote, quien había sido uno de los primeros navegantes del río Orinoco y que funcionó como Gobernador y Capitán General de la provincia de Venezuela entre 1763 y 1771, recibió en 1784 el Marquesado del Socorro. Tres años más tarde, en 1787, le tocó su turno a José Ignacio del Pumar y Traspuesto, vecino de la ciudad de Barinas, a quien le fue conferido en título de Marqués de las Riberas de Boconó y Masparro. En 1793 sucedió, además, que Fernando Ignacio de Ascanio de Monasterios recibió la restitución y continuidad del Condado de la Granja.

Hay muchos otros títulos nobiliarios que desfilaron por la historia y la geografía venezolana durante la era provincial, pero culminaremos con la mención del último título que haya tenido relación con Venezuela. Se trata de nadie más y nadie menos que...
Pablo Morillo. El general realista se destacó con el asedio y ocupación de Cartagena de Indias y por haber infligido una de las pocas derrotas militares de Simón Bolívar en la tercera Batalla de La Puerta. De ahí que en 1819 haya sido nombrado por el rey Fernando VII como el primer Marqués de la Puerta.

Los españoles no sólo cambiaron la historia de la humanidad al encabezar la colonización del recién explorado continente americano, sino que también moldearon a este nuevo mundo con su legado cultural y también con su capital humano.
En esta ocasión, hablaremos de los españoles y la descendencia notable que produjeron en lo que hoy se conoce como Chile, país al que dieron el nombre primigenio de Nueva Extremadura. Varios de los conquistadores que acometieron la tarea de asentarse en esta parte del mundo eran oriundos de la región de Extremadura, como lo fueron Pedro de Valdivia, fundador de la ciudad de Santiago en 1541, y personaje muy activo en el proceso de conquista de Chile. De esta región también fue oriundo Alonso de Sotomayor. Ambos, protagonistas de sendas leyendas históricas, tuvieron una muy destacada participación en la llamada Guerra de Arauco contra los mapuches durante el siglo XVI, y funcionaron también como capitanes generales, estando entre los primeros gobernadores coloniales de Chile. Muchos otros llegaron desde las otras regiones y dejaron su estirpe en este país a lo largo del tiempo, pero, dado que España ha aglutinado dentro de sí a varias nacionalidades históricas, convendría hacer un desglose por las que tuvieron mayor influencia.

Aparte de los extremeños, desde La Rioja vino en el siglo XVIII José María Fernández Balmaceda, oriundo de Pipaona de Ocón. Tal como su segundo apellido lo indica, fue ancestro de José Manuel Balmaceda, quien fue presidente de Chile entre 1886...
hasta su muerte tras la guerra civil de 1891. Por otra parte, desde La Bañeza, en la provincia de León, llegó en 1741 Gregorio Prieto Seijas, quien tuvo entre su numerosa descendencia a Joaquín Prieto, destacado militar que ocupó la presidencia del país entre 1831 y 1841, y fue quien, de la mano con Diego Portales, ayudó al proceso de construcción de Chile luego de su independencia. Cataluña aportó los ilustres apellidos Montt y Prat. El primero se debe a José de Montt y Monte de Rivera, llegado al país hacia 1722 proveniente de San Pedro Pescador. Entre su descendencia se encuentras tres presidentes: Manuel Montt (1851-1861); Jorge Montt (1891-1896), al que le tocó gobernar el país en un periodo de posguerra civil; y Pedro Montt (1906-1910), a quien correspondió una etapa de crisis en el llamado régimen parlamentario. Además, este apellido es de una numerosa familia dedicada en su gran mayoría a la arena política. Por su parte, el apellido Prat llegó en 1806 proveniente de Santa Coloma de Farnés de la mano de Ignacio Prat. De su familia desciende el famoso Capitán de Fragata Arturo Prat, cuya destacada participación en el Combate Naval de Iquique le mereció una gran estimación por parte de los chilenos.

Sin embargo, la nacionalidad histórica española que, sin lugar a duda, es la que más ha influido en la historia y la cultura de Chile es la vasca. Desde los primeros momentos de la conquista hasta el día de hoy, ha sido esta comunidad la que más ha dejado...
su huella en este país, iniciándose con un importante grupo aristocrático que, en conjunción con los castellanos, cobró preponderancia a partir del siglo XVIII. Tenemos, por ejemplo, que en 1685 se registra la llegada de Santiago de Larraín Vicuña a América. Nacido en Aranaz, funcionó como alcalde de Santiago. Su hija sería propietaria de un fundo que a la postre se conocería como la comuna de La Reina. Además, sería recibidor del Marquesado de Larraín, y continuaría con una larga línea que incluyó a políticos y sacerdotes como Manuel Vicuña Larraín, primer arzobispo de Santiago, y Francisco Ramón Vicuña Larraín, Presidente interino del país en 1829. El apellido Vicuña, notado en estos dos últimos exponentes, también es oriundo del País Vasco, e ingresó al país en 1714 de la mano de Tomás de Vicuña Berroeta. De él también se origina una familia muy profusa de hombres públicos, religiosos y artistas, entre los que se cuentan José Joaquín Vicuña, Pedro Félix Vicuña, el poeta José Miguel Vicuña, y, por supuesto, Benjamín Vicuña Mackenna, famoso historiador e intendente de Santiago, quien fue responsable además del acondicionamiento del cerro Santa Lucía, donde fue fundada la ciudad. A la herencia vasca se suma Domingo Eyzaguirre Escutasolo. Nacido en Marquina y arribado a Chile hacia 1765, de él desciende Agustín de Eyzaguirre, importante actor del proceso de independencia de Chile y que además funcionó como presidente interino entre 1826 y 1827. De este linaje también viene José Ignacio Eyzaguirre Portales, sacerdote e historiador cuya obra versó sobre la historia del catolicismo en el país y en el continente americano. En 1557 llegó Francisco de Andía Irarrázaval, oriundo de Guipúzcoa. Este apellido, cuya grafía también se validaba como Irarrázabal o Yrarrázaval, se manifestó en una larga descendencia de economistas, políticos y diplomáticos. El más conocido de ellos siendo quizás Manuel José Irrarrázaval, reconocido abogado y político, primer presidente del famoso Club de la Unión, ministro de Interior en 1891 y senador entre 1894 y 1896. Por su lado, Francisco Javier Errázuriz Larraín, nacido en Aranaz, Navarra, llegó a Chile en 1735, y su estirpe sea quizás una de las más notorias por cuanto dejó a cuatro presidentes: Fernando Errázuriz Aldunate (1831), quien fue además un apasionado abanderado de la causa independentista chilena; Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876), quien sentó las bases del desarrollo de la Armada chilena; Federico Errázuriz Echaurren (1896-1901), hijo del anterior, cuyo gobierno se caracterizó por la alta rotación de ministros; y Germán Riesco Errázuriz (1901-1906), primo y cuñado del anterior, quien tuvo que enfrentar problemas domésticos mientras lograba la paz con las vecinas Argentina y Bolivia. El caso del apellido Riquelme no es muy extendido, habiéndose iniciado con Francisco Riquelme de la Barrera, también oriundo del País Vasco. Sin embargo, recordemos que entre su descendencia estuvo Isabel Riquelme Meza, madre de Bernardo O’Higgins Riquelme, el principal impulsor del proceso independentista de Chile. Para cerrar, el apellido Aguirre también ha resonado en la historia de este país. El apellido fue llevado por el presidente Pedro Aguirre Cerda (1938-1941), quien lideró un impulso a la educación y la producción económica, además de haber acogido a miles de refugiados españoles de la Guerra Civil. Este mandatario, según investigaciones, tiene un ancestro vasco “genealógicamente demostrable”. Sin embargo, no se ha podido demostrar si está emparentado con el conquistador Francisco de Aguirre, uno de los responsables de la colonización de Chile. Visto todo lo anterior, se concluye que la herencia hispánica en Chile es larga y profusa, y su legado ha moldeado su historia e identidad cultural, como en todos los países de la América Latina, tanto en los siglos pasados como en los tiempos presentes.
Juderías

Se señaló en anterior fragmento que a los reos de la Inquisición les estaba prohibido conocer la identidad de los testigos citados por los acusadores. Tampoco podían solicitar opiniones en su favor. El célebre fray Luis de León, pese a que jamás supo con exactitud quienes fueron los...
hombres que atestiguaron en su contra ante los inquisidores, tuvo la posibilidad de descalificarlos. Como venía de un ambiente pequeño, la Universidad de Salamanca, y conocía los intereses y las antipatías que se movían en los cenáculos religiosos de la ciudad, le fue sencillo relacionarlos con las rencillas debido a las cuales se prestaban para perjudicarlo. Como pertenecía a la orden de los agustinos, no dudó en asegurar que los jerónimos y los dominicos se habían confabulado en su contra debido a la antigua y conocida rivalidad de las congregaciones. Hizo lo mismo con los catedráticos con quienes había tenido antes diferencias personales, para asegurar que los movían oscuros propósitos debido a los cuales no se debían aceptar sus torcidas versiones. Los inquisidores callaron ante el alegato. Se acusó a fray Luis de hacer críticas nocivas contra la Vulgata, y de conductas extrañas que podían relacionarse con sus oscuros orígenes, debido a que era descendiente de cristianos nuevos, pero no tuvieron más remedio que dejarlo en libertad.

Un sospechoso de herejía a quien se acusaba en el siglo XIII para llevarlo a la hoguera, ofreció una explicación de su conducta que dejó pasmados a los acusadores. Como no bastaron sus afirmaciones en el sentido de que había guardado durante toda su vida un respetuoso acatamiento de...
las leyes de la Iglesia y asistía a las misas dominicales; como se cansó de jurar su apego a los dogmas de la cristiandad y su ausencia de vínculos con comunidades judías, hizo una declaración que no pudo ser respondida de inmediato por los acusadores. Según consta en su expediente, se levantó del banquillo para gritar: ¨! Oídme, milores!, no soy ningún hereje, pues tengo esposa y cohabito con ella y tengo hijos; y como carne y miento y juro y soy un cristiano fiel¨.

Como se trata de un compendio breve, de seguidas se copia la descripción que hace el historiador Cecil Roth de la tortura de la polea aplicada por el Santo Oficio. Es la siguiente: ¨… a la víctima le ataban las muñecas a la espalda y a una polea, por medio de la cual...
era alzada del suelo. Si esto no bastaba para hacerle hablar, se le colocaban pesas en los pies y, tras tenerla suspendida un rato, la dejaban caer bruscamente y la sacudida dislocaba todas las partes del cuerpo. Este proceso se repetía una y otra vez y en cada ocasión se incrementaba el número de pesas. Versiones perfeccionadas de este método eran los cordeles y garrotes, que se introdujeron más adelante, a medida que la investigación experimental fue progresando¨.

Volvemos al historiador Cecil Roth, para que ahora nos ofrezca su descripción de la tortura del agua practicada por el Santo Oficio, Dice así: ¨El prisionero era atado, casi desnudo, a una especie de caballete con travesaños de borde afilado, sujetándolo por medio de un fleje...
de hierro, la cabeza más baja que los pies, y las extremidades atadas con fuerza, dolorosamente, a los laterales. Entonces le obligaban a abrir la boca y le metían una tira de lienzo en el gaznate, tras la cual le echaban agua de una jarra, obstruyendo la garganta y las ventanas de la nariz y provocando un estado de semiasfixia. Este proceso se repetía una y otra vez, y en ocasiones se usaban hasta ocho jarras. Mientras tanto, se apretaban cada vez más las cuerdas que ataban las extremidades de la víctima hasta que todas las venas de su cuerpo parecían a punto de reventar¨.

La Inquisición española no se preocupaba demasiado por los gastos que causaba la prisión de los sospechosos encerrados en sus mazmorras. En realidad no tenía en sus partidas un presupuesto especial para el mantenimiento de los cautivos, o consideraba que...
lo empleado en su cuidado, que noera mucho, volvería después a sus arcas. ¿Cómo? Muy fácil: los gastos corrían por los familiares del deudo, a quienes generalmente se les impedía la administración de las propiedades del detenido y solo se les permitía el manejo de los recursos que los carceleros solicitaban para permitir la subsistencia del reo. Mientras corrían los años de un proceso generalmente largo, se anotaban con cuidado las deudas que después cancelarían los familiares del desdichado que penaba en el encierro. El caso de una monja cuya libertad fue concedida en Sicilia en 1703 por falta de pruebas, después de cuatro años de cárcel, informa con elocuencia sobre la pesada carga asumida por sus parientes: todavía, en medio de grandes aprietos, pagaban la deuda de la prisión en 1872.

Desde la Edad Media, en los procedimientos civiles podían las partes de los procesos judiciales acudir al auxilio de los testigos. Así podían descalificar a quienes los involucraban sin fundamento en un delito, o valerse de opiniones positivas. El recurso quedó sin...
efecto en los tribunales de la Inquisición, por lo menos en lo referente a los acusados. Mientras los fiscales de la causa podían citar libremente la opinión o la evidencia suministradas por personas relacionadas con el litigio, o convocarlos con toda libertad, los motejados de pecados graves que corrían el riesgo de la hoguera, del tormento, la vergüenza pública y la excomunión, no podían hacer uso del recurso. Ni siquiera podían enterarse de la identidad de las personas convocadas por la fiscalía, para defenderse adecuadamente. Actuaban a ciegas, por lo tanto, con una absoluta ausencia de los auxilios que la justicia ordinaria permitía en toda Europa.

El Edicto de Fe de 1519, proclamado en Valencia y de obligatorio cumplimiento para los fieles de la jurisdicción, solicita especial atención a las costumbres de los vecinos en materia de enterramientos y oficios funerales. Era esencial, de acuerdo con...
los mandatos del severo documento la necesidad de denunciar a las personas que: ¨bañen los cuerpos de sus muertos y los entierren en suelo virgen, de acuerdo con la costumbre judía; y que invoquen a los demonios y les rindan el honor que le es debido a Dios¨. Es evidente la relación que establece el inquisidor entre los hábitos de despedir y honrar a los difuntos y la influencia de Satanás, motivo de sobra para convertir a los vecindarios de la época en partícipes activos de averiguaciones y cacerías que podían tener graves consecuencias para personas conocidas del barrio, que no hacían mal a nadie si se tomaban el riesgo de salirse de las costumbres católicas ante el fin de la vida de sus familiares y sus amigos.

Volvemos al Edicto de Fe de 1519, proclamado en Valencia, para ver ahora cómo ordena el Inquisidor la denuncia de detalles de la intimidad familiar que deben corregirse con rigor, como si se tratara de felonías contra el bien común. Es importante acusar ante el tribunal, según...
los mandatos del Edicto, a: ¨aquellos que, cuando sus hijos les besan las manos, colocan las manos sobre las cabezas de los niños sin hacer la Señal de la Cruz; o que, después de comer o cenar, bendicen el vino y los pasan a todos los que se sientan a la mesa, bendición a la que llaman la ¨veraha¨. En la época no se consideraban estas instigaciones al espionaje de la vida privada como un abuso, como una intromisión injustificada, sino como obligaciones de buen cristiano que serían premiadas por la Madre Iglesia.

El Edicto de Fe de 1519, al cual acudimos con insistencia para trasmitir el empeño de la Inquisición en la persecución y la vigilancia de judaizantes, llega al extremo de ordenar la denuncia de los descendientes de hebreos que, ya convertidos, ejercían funciones...
de importancia en la comunidad, o destacaban por algunos detalles llamativos. Leamos un fragmento del férreo documento: ¨Prontamente informar si algunas personas son hijos o nietos de los condenados y, siendo descalificadas, hicieran uso de cargo público, o portasen armas o llevaran seda o paño fino, o adornasen sus vestidos con oro, plata, perlas u otras piedras preciosas o coral, o hicieran uso de alguna otra cosa que les está prohibida, o están descalificados para tener¨. Mandatos de esta naturaleza podían dar a los inquisidores una legión de denunciantes en las ciudades, villas y aldeas en cuyo seno pudieran destacar, por su trabajo o por su indumentaria, los descendientes de los hebreos perseguidos y condenados antes, pero de cuya fe se habían desligado formalmente al recibir el sacramento del bautismo.

El Edito de Fe de 1519, que hemos comentado en anteriores fragmentos, termina señalando las penas que impondrá a los fieles que no colaboren en la denuncia de herejes, de conversos sospechosos de maldad. Veamos cómo se expresa: ¨Se tomarán medidas...
para dar y promulgar sentencia de excomunión contra vosotros; ordenamos que seáis excomulgados, anatematizados, maldecidos, segregados y separados como asociados del demonio, de la unión con y la inclusión en la Santa Madre Iglesia, y los sacramentos de la misma. Y ordenamos a los vicarios, rectores, capellanes y sacristanes y a cualesquiera otras personas religiosas o eclesiásticas que consideren y traten a los antes citados como excomulgados y maldecidos por haber incurrido en la ira y la indignación de Dios Todopoderoso, y de la Gloriosa Virgen María, Su Madre, y de los apóstoles beatificados san Pedro y san Pablo y todos los santos de la Corte Celestial; y que sobre los rebeldes y desobedientes que oculten la verdad en relación con las cosas mencionadas, caigan todas las plagas y maldiciones que cayeron y descendieron sobre el Rey Faraón y su hueste por no haber obedecido los mandamientos divinos¨. ¿Quién se atreve entonces a desoír las solicitudes de vigilancia y persecución de judaizantes?

Un Edicto de Fe publicado en Valencia por el comisario de la Inquisición en 1519, pide a los fieles que denuncien las siguientes anomalías, so pena de excomunión y persecución: ¨acusar a los que observan las noches de los viernes y los sábados; poniéndose ropa...
interior limpia los sábados y llevando mejores ropas que en los demás días¨. La información es preciosa para considerar los detalles a los cuales acuden los inquisidores en la pesca de herejes, y la puntillosa obligación que imponían a las gentes comunes como colaboradores en su sacrosanta misión.

El Edicto de Fe publicado en Valencia en 1519, al cual acudiremos en varias ocasiones por la elocuencia de sus disposiciones, pide a los fieles que estén atentos de los siguientes individuos sospechosos de pecados de herejía: denunciar a los que ¨preparan en los viernes los...
alimentos para los sábados, en cazuelas sobre hogueras pequeñas; que no trabajen en las noches de los viernes; pongan ropa limpia en las camas y servilletas limpias en la mesa; celebren la fiesta del pan sin levadura, coman pan sin levadura y apio y yerbas amargas ¨. Hasta esos pormenores de la cotidianidad llega la Inquisición en sus afanes detectivescos.

El Edicto de Fe valenciano de 1519, que citamos en esta serie con frecuencia, insiste en la necesidad de denunciar: a los que ¨recen plegarias de acuerdo con la ley de Moisés, de pie ante la pared, balaceándose hacia atrás y hacia adelante, y dando unos cuantos pasos hacia atrás; que den...
dinero para el aceite del templo judío u otro lugar secreto de oración, o que maten aves de corral de acuerdo con la ley judaica¨. Asuntos de la vida privada, detalles que solo conciernen a quienes viven en la intimidad de los hogares, actos de conciencia que no han de tener necesariamente influencia en el desenvolvimiento de la comunidad, son objeto de las puntillosas pesquisas de los inquisidores.

Volvemos al Edicto de Fe proclamado en Valencia en 1519, para ver ahora las cacerías que promueven contra los que se alimentan de manera heterodoxa y pecaminosa. Ordena a los fieles la denuncia de los vecinos: ¨que maten aves de corral de acuerdo con la ley judaica, y se...
abstengan de comer cordero o cualquier otro animal que sea trefa; que no deseen comer cerdo salado, liebres, conejos, caracoles o pescado que no tenga escamas¨. Todos estos puntos no podían escapar a la vigilancia de los feligreses, quienes debían denunciarlos ante el comisariato religioso para no convertirse en cómplices de pecados contra la pureza de la fe. Menuda faena los imponía la Inquisición.

Tomás de Torquemada, Inquisidor Mayor, murió en 1498. En su tumultuoso funeral se ponderaron sus virtudes heroicas, propias de la santidad, pero también los pavorosos temores que había sembrado en la sociedad durante su mandato. El nombramiento de Diego de Deza...
como sucesor en el cargo animó las esperanzas de un cambio positivo en los manejos del tribunal. Erudito aficionado a las bibliotecas, amigo de las artes, sacerdote de carácter afable, cortesano interesado en los descubrimientos geográficos y protector de Cristóbal Colón, podía orientar a sus funcionarios por un rumbo menos áspero, o más condescendiente. No fue así, sin embargo. Durante su gestión, las actividades de la Inquisición llegaron a una cima capaz de superar las atrocidades orquestadas por el temido antecesor. Apenas se derramaban las primeras gotas de un río de sangre de los cristianos nuevos, pero también de cualquier súbdito que se ganara las antipatías de los inquisidores. Bajo la entusiasta tutela de Diego de Deza, se superó la marca de terror impuesta por Torquemada, que parecía imbatible.

En 1499, cuando Diego de Deza se convierte en Inquisidor Mayor, recomienda a sus subalternos un mayor celo en el trabajo. Al pie de la letra se hace eco de las instrucciones el inquisidor de Córdoba, Diego Rodríguez Lucero, a quien sus atrocidades le ganan el apodo de...
El Tenebroso. Apenas posesionado de sus funciones, Deza desarrolla una teoría que lo llevaría a desmanes masivos. Asegura que está en marcha una conspiración general de los marranos, tras el objeto de liquidar el cristianismo en España y reemplazarlo por el judaísmo, motivo que aconsejaba una depuración puntillosa en la región para evitar una calamidad mayor. Partiendo de un argumento tan peregrino, que carecía de fundamentos capaces de sustentarlo y que solo provenía de su imaginación, El Tenebroso desarrolla una escandalosa persecución que llega a los oídos de la nueva reina, doña Juana, quien piensa entonces en la posibilidad de eliminar el tribunal en todos sus reinos de Europa e Indias.

Los crímenes que comete la Inquisición en Córdoba bajo las órdenes de Diego Rodríguez Lucero, El Tenebroso, hacen que el Capitán General de la región escriba al trono asegurando que los agentes del inquisidor ¨no respetan en general a Dios ni a la justicia, matando y...
robando y ultrajando a las doncellas con vergüenza y escándalo de la religión¨. El documento anima a un grupo de cristianos nuevos que habitan la comarca, quienes apelan a Roma en solicitud de clemencia. Llega a tal grado el escándalo, que la joven reina Juana de Castilla ordena la suspensión de las actividades del Santo Oficio hasta cuando vuelva de Flandes, donde se encuentra con su esposo el archiduque Felipe de Habsburgo. No obstante, y pese a las noticias que ha recibido contra las sangrientas arbitrariedades del brazo armado de la Iglesia, no pasa de recomendar suavidad sin tomar las medidas que pueden convertirla en realidad. Pese a la importancia de sus adversarios, El Tenebroso Diego Rodríguez Lucero gana la pelea. Solo toma unas vacaciones y vuelve con bríos a su reinado de terror.

Una de las figuras más piadosas y humanitarias que distingue a la corte de Isabel La Católica es el sacerdote Hernando de Talavera, su confesor. Aconseja a la soberana de la necesidad de la condescendencia, y de evitar soluciones sangrientas en la lucha contra los moros.
Es la fibra más humana en los aledaños de la monarquía. La reina lo hace obispo de Granada después de posesionarse de la gran ciudad, para que desarrolle labores de catequesis que no signifiquen imposición, sino acercamiento sutil. Así lo hace el apacible religioso, hasta cuando cae en las garras de Diego Rodríguez Lucero, inquisidor de la vecina Córdoba con jurisdicción en la ciudad recientemente conquistada, apodado El Tenebroso. Como sospecha de que el obispo Talavera tiene sangre judía, inicia un proceso para quitarle la mitra y llevarlo a prisión. Se trata de una proposición que no puede probar, de una suposición que no encuentra la firmeza del testimonio de la genealogía, pero El Tenebroso no ceja en su empeño. Ya anciano, el obispo Hernando de Talavera muere en olor de santidad debido a la humillación a que ha sido sometido. Ante la situación interviene Fernando el Católico, quien ya reina en Castilla. Destituye al Inquisidor Mayor, Diego de Deza, quien ha permitido las groseras arbitrariedades de El Tenebroso, y nombra al cardenal Cisneros como cabeza del Santo Oficio.

En su testamento, otorgado en 1516, Fernando el Católico destaca la importancia de la Inquisición para el fortalecimiento del reino de Castilla, todavía dividido y débil. Se trata de un empeño fundamental para el fortalecimiento de una Corona frágil, afirma. En consecuencia,
recomienda al príncipe Carlos de Habsburgo, hijo de la reina Juana y futuro monarca Carlos I de España, la obligación que tiene de profundizar el trabajo de exterminio de la herejía. Se trata de una alta empresa espiritual, agrega, pero también de una actividad política imprescindible. Conocida la exhortación, el Consejo de Estado considera conveniente el seguimiento de la voluntad del soberano que acaba de fallecer. Como temen que los asesores flamencos de Carlos, un joven de diecisiete años, no estén interesados en la promoción de conductas tan crueles, no dejan de insistir en que acoja la recomendación de su desaparecido abuelo.

En 1518, cuando el joven rey Carlos I convoca las primeras cortes en Valladolid, recibe quejas sobre los excesos de la Inquisición y peticiones para que los acabe, o los restrinja. Poco después, una representación de los conversos del reino le ofrece un rico subsidio de...
recibimiento, si regula y fiscaliza las actividades de los inquisidores. En breve las Cortes reunidas en Aragón insisten en la solicitud, implorando por su urgente cumplimiento. Una representación de Castilla llega entonces a afirmar que la severidad de los inquisidores era innecesaria. Por entonces sabe el recién estrenado monarca que el Papa León X, ante una lluvia de solicitudes, está dispuesto a aceptar los ruegos de clemencia que le han hecho los conversos. Pero no solo se cierra el nuevo rey a las peticiones, sino que también presiona al pontífice para que no publique una bula que pueda favorecer o tranquilizar a los cristianos nuevos. León X lo complace.

Un documento excepcional descubre el interés de los inquisidores por la posesión de los bienes ajenos. Se trata de una carta de felicitación que el emperador Carlos V envía a Adriano de Utrecht cuando es elegido papa. Adriano de Utrecht había...
sido Inquisidor Mayor después del cardenal Cisneros, y conocía a la perfección los manejos del tribunal. ¿Qué le dice el emperador al nuevo papa? Habla de su preocupación por el excesivo interés de los inquisidores ante las propiedades de sus perseguidos. Llega a decir que se preocupaban más por los haberes de los enjuiciados que por la salvación de sus almas. Conocido por algunos círculos el insólito comentario, se planteó después al soberano, en cenáculos de intimidad, que pusiera sueldos fijos a los inquisidores para que no se ensañaran con las posesiones de los pecadores sujetos a condena. Nada hizo el rey, pese a que había planteado igual preocupación ante el pontífice.

El 30 de julio de 1680 se lleva a cabo un gigantesco auto de fe en la Plaza Mayor de Madrid, con asistencia de la familia real y la compañía de cincuenta mil personas. Forman parte del cortejo de penitenciados ciento dieciocho herejes y la ceremonia se lleva a cabo durante...
catorce horas. Hace presencia pública por primera vez María Luisa de Orleans, prometida del rey Carlos II, quien enciende la hoguera con su propia mano. La marquesa de Villars, dama de honor de la reina, trasmite sus sentimientos sobre el acontecimiento de la siguiente manera: ¨No tuve valor para estar presente en esta horrible ejecución de los judíos. Por lo que me han contado, fue un espectáculo horripilante. Durante el período de juicio, sin embargo, fue necesario hacer acto de presencia desde el principio hasta el fin, a menos que una tuviera un certificado médico; pues, en caso contrario, a una la hubieran considerado una hereje. A decir verdad, la gente pensó muy mal de mí porque pareció que no disfrutaba del todo con lo que sucedía. Me resulta imposible describir las crueldades que se presenciaron en la muerte de estos pobres desgraciados¨.

Hay evidencias de que la campaña de las órdenes religiosas para el establecimiento de la Inquisición española data de 1472, pero solo se obtienen resultados concretos debido a un hecho fortuito. En marzo de 1478, un particular descubre la celebración...
de la pascua judía en una apacible casa de familia en Sevilla, justo cuando se están celebrando las ceremonias de Semana Santa en la ciudad. No hay propósitos perversos o inconfesables en la vicisitud descubierta por casualidad, pero se la presenta ante los ojos de Isabel la Católica como un plan urdido para burlarse expresamente de la pasión de Cristo. De inmediato, la reina envía embajadores y oficia al papa para solicitar, con carácter de urgencia, la creación de un tribunal dedicado a la persecución de judaizantes y de otro tipo de trasgresores que pasaban por buenos cristianos. Después de muchas vacilaciones, en noviembre de ese año, Sixto V autoriza a los reyes católicos la creación de un tribunal para la salvaguarda de la fe y la persecución de las herejías, integrado por teólogos o individuos expertos en derecho común. Ahora hay Inquisición por bula pontificia, pero dependiente de la autoridad de la reina solicitante.

Aprobada por el papa Sixto V hacia finales de 1478, la Inquisición española inicia sus trabajos formalmente a partir de septiembre de 1480. Durante ese mes de septiembre, la reina Isabel de Castilla anuncia que ha designado al Maestro en Teología Miguel...
de Morillo y al Bachiller en Teología Juan de San Martín, para que pongan a funcionar el tribunal en Sevilla. Van a contar con la colaboración de un promotor fiscal y de dos depositarios de las propiedades que se confisquen a los enjuiciados. El 25 de diciembre, los flamantes inquisidores anuncian su presencia mediante la celebración de una procesión solemne que recorre el centro de la ciudad. Como Sevilla cuenta con un número importante de cristianos nuevos, el acto produce gran alarma y en breve conduce a una conspiración de propósitos violentos que será duramente reprimida.

Como en Sevilla destaca una numerosa comunidad de conversos, conocidos en la ciudad y poseedores de cuantiosos bienes de fortuna, sucede un movimiento de rechazo a la Inquisición recién fundada. El movimiento conduce a sentencias severas. Dirige la...
trama don Diego de Susán , comerciante opulento, con el respaldo de don Pedro Fernández Benadeba, converso que ejercía como mayordomo de la iglesia de San Salvador y era tío de un canónigo. Reúnen a un conjunto de cristianos nuevos, la mayoría influyentes, con el objeto de levantar a la población contra el amenazante tribunal. Acopian armas de fuego y comienzan a juntarse para conspirar, confiados en el apoyo de una ciudad que conoce de sus buenos procederes y de sus relaciones con personeros del gobierno. Una delación los conduce a estrenar los calabozos de los inquisidores, hasta entonces vacíos, y a ser víctimas del primer auto de fe que sucede en el reino. El seis de febrero de 1481 son quemados seis de ellos, hombres y mujeres. En una segunda hoguera don Diego de Susán es el protagonista principal, en medio de un gentío que presencia la muerte de quien había sido comerciante honrado y hombre leal a la fe que había abrazado. En los dos meses siguientes, de acuerdo con los archivos eclesiásticos, en medio de un furor incontenible de los inquisidores, 98 reos son condenados a cadena perpetua y 298 terminan sus días en la candela.

El furor que desata la Inquisición en Sevilla contra los conversos en 1481, cuando apenas se está estrenando, hace que muchos que sospechan y temen su captura por los sabuesos religiosos apelen ante la romana autoridad.
Por entonces, aun las personas que se presentaban voluntariamente a confesar conductas judaizantes eran sometidas a desfiles vestidas de penitentes ante las burlas del populacho. Cerca de mil quinientas fueron condenadas a penas de vergüenza pública. Muchas tumbas se escarbaron por mandato de los alguaciles, para quemar los huesos de los difuntos a quienes se acusó de herejía, o de connivencia con herejes. Ante la situación y abrumado por las peticiones de los fieles que acudían a su protección, en enero de 1482 el papa Sixto V declaró su preocupación por los excesos y criticó la severidad de la cual hacían gala los inquisidores españoles. No valió de nada la conminación, debido a que el tribunal del Santo Oficio obedecía a la autoridad secular, según el había dispuesto en la bula de su fundación. Solo dependía de los reyes la posibilidad de la moderación y la clemencia, virtudes que sólo en casos excepcionales se hicieron presentes.

Cuando la Inquisición se traslada a Toledo, sucede un intento de rebelión inspirado en el que ocurrió en Sevilla a la altura de 1480. Ahora estamos en 1485, cuando los conversos de la ciudad pretenden llevar a cabo un tumulto para protestar por la ...
presencia del Santo Oficio. Escogen como fecha para concretar su plan el 2 de junio, cuando esté en desarrollo la procesión del Corpus Christi. Los cristianos nuevos pretenden asesinar a los inquisidores para tomar después la ciudad y, en caso de necesidad, armarse para impedir la llegada de tropas enviadas por la Corona. Pero se repitió el episodio de Sevilla, que hemos descrito en fragmento anterior: los comprometidos, la mayoría hombres ricos que pensaban contar con el apoyo de sus vecinos, fueron delatados y detenidos antes de que entraran en acción. Un primer auto de fe, llevado a cabo después del descubrimiento de la conjura y ocurrido el 12 de febrero de 1486, hizo desfilar a ciento cincuenta de ellos con la cabeza descubierta y descalzos, todos con cirios apagados en la mano como señal de la oscuridad que simbolizaban. Hablamos de un número considerable de enemigos dispuestos a jugarse la vida. La amenaza de motín llevó a ajustar los procedimientos de vigilancia del tribunal, que desembocaron en la designación de fray Tomás de Torquemada como Comisario del Consejo Supremo, con autoridad para reforzar la actividad de sus dependientes en los tribunales de Castilla y de León.

De orígenes judíos, fray Tomás de Torquemada destacó por su celo en la persecución de personas que descendieran de ellos. Sobran las causas famosas que promovió como cabeza inapelable de la Inquisición , pero destacan entre ellas las que...
siguió contra los obispos Pedro Aranda y Juan Arias Dávila. El primero fue obispo de Calahorra y el otro de Segovia, escrupulosos administradores de su ministerio. Aranda, además, era presidente del Consejo de Castilla, pero el supremo inquisidor lo acusó de encubrir a unos parientes caracterizados por su actividad judaizante. Fue depuesto de la mitra, desposeído de las órdenes sagradas y recluido en la prisión romana de Sant’Angelo hasta el día de su muerte. Torquemada acusó a Arias Dávila de exhumar los restos de sus abuelos o bisabuelos con el objeto de ocultar que sus funerales se habían llevado a cabo según los ritos de la fe hebrea. Arias Dávila tuvo la suerte de morir antes de que el tribunal de Roma lo condenase. De acuerdo con el análisis del historiador Cecil Roth, las dos acusaciones dependieron del rencor y los prejuicios del despiadado fray Tomás.

En el reino de Aragón predominaron las resistencias cuando se anunció la instalación de un tribunal de la Inquisición en su comarca. Solo después de intensos debates, cuyos ecos llegaron hasta el trono, las Cortes reunidas en Tarazona llegaron...
a consentirlo en abril de 1484. El principal animador del Santo Oficio fue entonces Pedro Arbués, canónigo de la catedral de Zaragoza y martillo de todo lo que pareciera judaizante. Era tal su afán de persecución, que un grupo de ricos conversos contrató a unos sicarios para que lo asesinaran. Entre los conjurados figuraban un maestre racional del reino de Aragón, un consejero del rey y un consejero del gobernador, quienes terminaron en la cárcel. El crimen sucedió durante la noche del 15 de septiembre de 1485, mientras Arbués rezaba de rodillas cerca del altar mayor. Lo protegía una armadura, pero los puñales lo hirieron de muerte. Se corrió entonces la historia de que sus restos eran milagrosos, debido a que obraban prodigios de curación. Fue canonizado en 1867.

Sobre el punto, susceptible de interés para quienes no entienden del todo que la Inquisición no persiguiera a los judíos, sino a los cristianos nuevos, citaremos las palabras del historiador Cecil Roth, experto en la materia. Dicen así: ¨Mientras los judíos no se...
metieran en asuntos de fe, la Inquisición no podía hacer nada contra ellos. No eran herejes dentro de la Iglesia, sino infieles fuera de ella y, por ende, no entraban en la jurisdicción de ningún tribunal religioso. Considerada con lógica, la situación era absurda. Un marrano, obligado a bautizarse con una daga en la garganta y cristiano solo de nombre, era quemado vivo por llevar a cabo en secreto únicamente un solo detalle de lo que sus hermanos no convertidos hacían cada día en público y con impunidad¨. ¿Quedó claro?

Científico y matemático de origen judío, nació en Alcácer do Sal en 1502. Formado inicialmente en Lisboa, perfeccionó sus estudios en la Universidad de Salamanca para convertirse en una referencia científica de la época.
Gracias a la profundidad de sus conocimientos, pero también a la diligencia que ponía a sus empeños, ocupó el cargo de Cosmógrafo Real en 1539. El tribunal de la Inquisición pretendió abrirle expediente para llevarlo a un juicio por judaizante, pero su influencia en las altas esferas lo impidió. Cuando los inquisidores trataron de perseguirlo, ya era una celebridad de la astronomía, el álgebra y la geografía, muy solicitado en los círculos cultos. En 1542 salió de la imprenta su De crupusculus liber, obra fundamental sobre la precisión de los instrumentos astrológicos. Uno de los instrumentos de precisión más famosos en talleres y laboratorios se denomina nonio, o nonius, en su memoria. Murió en Coímbra, año de 1578.

Médico famoso, muy considerado en los círculos científicos, nació en Beira Alta en 1603. Cristiano nuevo, levantó recelos por su origen heterodoxo. Sin embargo, su sabiduría se impuso a las suspicacias y al fanatismo que no dejaban de rondar a la sociedad de la...
época. Graduado en Salamanca, terminó por ocupar la Cátedra Prima de Medicina. Entre sus numerosas obras destacaron el Discurso sobre el monte Vesubio, De fiebre syncopali y Utilidades del agua y de la nieve. Dedicó esta última al Conde Duque Gaspar de Olivares, valido del rey de España y eje de la política peninsular. El poderoso personaje lo protegió frente a ataques infundados del clero conservador. Cardozo viajó a Verona, se hizo médico del gueto, volvió a la fe judía y predicó sobre las excelencias de sus fundamentos. En la cima de la autoridad científica y respetado por su comunidad, refutó los principios de Copérnico. Murió en 1604.

Nació en Castro Daire, en 1605, en el seno de una familia de ¨marranos¨. Mantuvo apariencia de cristiandad hasta viajar con sus mayores de Lisboa a Ámsterdam, urbe caracterizada por la tolerancia religiosa.Entonces volvió a la práctica de la fe israelita con una...
disciplina tesonera, gracias a la cual se convirtió en rabino al cumplir los dieciocho años. Fue figura fundamental de la colonia judía que se estableció en Recife, cuando los holandeses resolvieron sentar intereses en el Brasil portugués. Adquirió relevancia después de su retorno a Ámsterdam, debido a que formó parte del jurado de rabinos que excomulgó a Baruj Spinoza. En 1647 escribió un manual de gramática hebrea, de uso corriente en las escuelas de párvulos, y tradujo del español al hebreo La puerta del cielo, libro de kabalá de Abraham Cohen. Murió en 1693, muy anciano.

Dama de negocios y de poder político, Gracia Nasi nació en Lisboa, descendiente de judíos conversos, en 1510. Para seguir practicando su religión, sus padres viajaron ante el decreto de expulsión de los Reyes Católicos y se establecieron en la...
cumbre de la sociedad. Casó con un opulento comerciante de especias y banquero con ramificaciones continentales. Entonces se llamó Beatriz Mendes. Después se le conoció como Ha Gevirá, La Señora. Establecida en Amberes por sus intereses comerciales, hizo negocios con el emperador Carlos V, con el rey Enrique II de Francia y con los papas Paulo III y Paulo IV, a quienes escribía con total libertad sobre operaciones mercantiles. Cuando montó opulentas residencias en Venecia, Ferrara y Estambul, vivió sin simulaciones como judía sefardita. Además, levantó a sus expensas una sinagoga en Salónica. Llegó a acuerdos con el sultán Soleiman para fundar un establecimiento de refugiados en Tiberiades, con amplios poderes administrativos que aumentaron su influencia entre los éxodos judíos, mas también su autoridad. Considerada como una figura ineludible de los negocios de su época, La Señora murió en 1569 dejando una considerable fortuna.

Nació en Castelao de Vida en 1501, hijo de mercaderes acomodados que huyeron de Valencia de Alcántara ante el decreto de expulsión de los judíos ordenado por los Reyes Católicos. Vivió su infancia y su juventud en una comunidad de cristianos nuevos.
Obtuvo diplomas de Filosofía en las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca, para establecerse después como médico en Castelao da Vida. En 1530 ya ejercía como catedrático de medicina en la Universidad de Lisboa. Viajó de repente a la India para evitar persecuciones, debido a que estaba a punto de circular el Acta de Emigración de los judíos que publicaría el rey de Portugal. Sufrió amenazas de persecución cuando comenzó la cacería de judíos y judaizantes en el Virreinato de la India, pero no fue procesado. En 1563 escribió Coloquios des simples e drogas he causas medicinales da India, obra que lo acreditó como el primer médico europeo que describió enfermedades tropicales. En esa obra incluyó por primera ver un conjunto de los versos escritos por Camoens en su célebre epopeya, desconocidos hasta entonces. García de Orta murió en Goa, en 1568.

Nació en Castelo Branco, en 1511. Formado en la fe judía, abandonó el país natal por temor a las persecuciones de la Inquisición. Estudió medicina en Salamanca y fue un notable investigador. En lugares como Amberes, Francia e Italia...
hizo aportes en el área de la biología, que se consideran esenciales para el progreso de la medicina. Interesado en sus análisis, el rey de Polonia lo invitó a trabajar en su corte, pero Lusitano prefirió la soledad de sus gabinetes. Descubrió el fenómeno de la circulación de la sangre y el papel de las válvulas en el movimiento del torrente sanguíneo. Escribió numerosas obras que todavía son objeto de consulta, entre las cuales destacan Centuriae y Curationem Medicinalium Centuriae Septeur, en siete volúmenes. Murió en 1568.

Nació en Lisboa, en 1892. Líder la comunidad judía, economista de obra prolífica y dirigente empresarial, fue una figura pública de notable importancia. Se especializó en estudios navales y en historia de la economía portuguesa, temas sobre...
los cuales llegó a publicar trescientos títulos. Fue profesor del Instituto de Comercio y de la Universidad Técnica de Lisboa, y miembro de la Academia de Ciencias de Lisboa. Cercano a la dictadura de Oliveira Salazar, aprovechó sus nexos con el autócrata para lograr la evacuación de judíos alemanes cuya vida era amenazada por el holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Gracias a una operación conocida como ¨Trenes Wolfran¨, sacó de Alemania a centenares de judíos. Se ha llegado a hablar de su complicidad con los manejadores nazis de la Cruz Roja en Alemania, sin llegar a conclusiones estables. Es un tema sujeto a controversias. Murió en 1978, respetado por su comunidad.

Hijo de una familia de judíos franceses emigrada a Portugal, nació en Dafunda, cerca de Lisboa, en 1928. Asiduo lector de poesía, director de teatro juvenil y profesional, habitual de los círculos bohemios, defensor de la democracia y antifascista ferviente, su obra marcó...
el rumbo de la cultura masiva del siglo XX portugués. Después de estudiar Química en Suiza, dedicó lo esencial de su carrera a la unión de la poesía con la música popular, iniciativa de crucial importancia para la renovación del fado. Despreciado por las élites cultas y venido a menos por la mediocridad de sus producciones, Oulman hizo que el declive del fado diera un vuelco trascendental. Después de intenso trabajo en la Biblioteca Nacional, en 1962 produjo con Amalia Rodríguez Busto, un disco que marcó un viraje en la expresión de las melodías populares y en su apreciación por el público. Comienza así un fenómeno de exaltación que alcanzó picos inimaginables en 1965, cuando produjo el disco titulado Amalia canta a Luis Camoens. En adelante el fado fue otra cosa, la joya de la cultura de la sociedad, ubicación en la cual tuvieron lugar de importancia las producciones que realizó con Carlos de Carmo y Antonio Mourao, cantores de gran popularidad. Oulman fue director de la Compañía Portuguesa de Comediantes y activista del Frente de Acción Popular contra la dictadura de Oliveira Salazar, que lo llevó a la cárcel y al exilio. Obtuvo premios en Francia e Italia por sus éxitos discográficos, para volver a Portugal cuando desapareció la autocracia. Murió en 1990.

Por instigación del Arcediano de Écija, Ferrán Martínez, a la altura de 1391 se produjo en Sevilla una matanza de judíos que se extendió hacia Levante y el Norte de la Península.
La célebre crónica de Enrique II, a la cual hemos acudido en otras ocasiones, describe así la situación: ¨Perdiéronse por este levantamiento en este tiempo las aljamas de los judíos de Sevilla e Córdoba, e Burgos, e Toledo, e Logroño, e otras muchas del regno; e en Aragón, las de Barcelona e Valencia, e otras muchas; dando grandes dádivas a los señores por ser guardados de tan grand tribulación¨. Como se ha señalado por diversos historiadores, el autor de la crónica, Canciller Ayala, no destacó por sus simpatías hacia los judíos. El detalle concede especial confiabilidad a sus descripciones.

Uno de los autores satíricos de mayor prestigio en el siglo XV fue el portugués Alvaro de Brito Pestana, quien ocupó parte de sus escritos en la crítica de las costumbres judaizantes...
que se observaban en Lisboa. Copiamos de seguidas un fragmento de sus sátiras, en el cual aparece una palabra de gran fortuna en el porvenir, dedicada a la crítica de los que marran la fe de Cristo. Dice así: Son marranos os que marran, Nossa fe, muy infiéis, bautizados, que na Ley Velha, s´amarram dos Negros Abravanéis, doctrinados. Según observamos, se ha escrito y difundido en Portugal un vocablo consagrado por la tradición, y capaz de distinguir a millares de personas perseguidas o descalificadas: marrano.

Sabemos que los conversos son hostilizados con saña en el reino de Castilla, pero conviene destacar que muchos de ellos ocuparon posiciones de relevancia.
Varios de los Contadores Mayores de Juan II se habían convertido recientemente al catolicismo, entre ellos los influyentes Lope García de Salazar y Fernand López de Saldaña. Otro recién llegado a la fe cristiana, Nuño López, ocupó el codiciado cargo de Arrendador de Rentas, y su hijo fue figura principal en la casa señorial del opulento don Álvaro de Luna. Hasta llegó a casar con la sobrina del Adelantado Pedro Vélez de Guevara, cargado de blasones y doblones. Otro converso, Diego Arias, fue Contador de Enrique IV y fundador del linaje aristocrático de los condes de Puñonrostro.

En la época de las persecuciones de judíos sucedidas en España, figuras eclesiásticas de importancia provienen de la sangre y de la cultura que persiguen.
De acuerdo con una crónica recogida por el historiador Nicolás López Martínez, no fueron pocos. Afirma la crónica: ¨Ovo dellos su impinación e lozanía de muy gran riqueza e vanagloria de muchos sabios, e doctos canónigos, e frailes e abades¨. Según don Fernando de Pulgar, testigo de la época, deben incluirse en ese repertorio de orígenes judíos los nombres del Cardenal Torquemada y del inflexible don Francisco, obispo de Coria.

No toda la opinión influyente de la España del siglo XV estuvo de acuerdo con la persecución de los conversos, mucho menos con su expoliación. Destacó en este sentido una obra...
muy difundida entonces, escrita por Alfonso Díaz de Montalvo, autor muy prestigioso por su trabajo de ordenación de los anales del derecho español. Dio a la estampa Defensorium unitatis christianae, considerada como divulgadora de avanzadas concepciones teológicas, que causó positiva impresión en la Santa Sede. Un grupo de conversos la elevó al conocimiento del pontífice, con resultados satisfactorios. El papa Nicolás V publicó entonces la bula Humani generis inimicus, en la cual consideró como nulas las exclusiones de los conversos de los beneficios y los cargos dependientes de la Iglesia.

Estamos en Córdoba, el 17 de abril de 1474, liturgia de cuaresma. Del templo de San Pedro el Real sale una procesión de Nuestra Señora. Cuando pasa por un lugar llamado la Cruz...
del Rastro sobre la imagen de la Virgen cae el contenido de un jarro de agua. Sale de la ventana de una conversa y, en breve, se asegura que se trató de un chorro de orines lanzados intencionalmente. Algunos advierten que fue un descuido de una niña de ocho o diez años, sin la intención de interrumpir el acto religioso, pero se desata una furiosa reacción como respuesta. Comienza una persecución de ¨traidores y herejes¨, que causa numerosas muertes de conversos y el ataque de sus propiedades. Las tropelías no se pueden dominar durante dos días, pese a la intervención de coraceros y lanceros, y los conversos más prominentes se encierran en los alcázares para salvar la vida. De inmediato se publica una ley, que ordena la prohibición de que los conversos ejerzan cargos públicos en la ciudad.

En el siglo XV comienza a circular en España una tendencia favorable a los conversos, u orientada a disminuir su discriminación, en la cual destaca don Álvaro de Palencia y el autor anónimo...
del Libro del Alboraique, que no dejó de tener lectores entre las clases acomodadas. Según este escrito, los conversos de Burgos y del Norte en general, observaban puntillosamente la religión cristiana y merecían reconocimiento por su devoción. Lo mismo opinaba de los conversos de Calahorra, Salamanca, Palencia, Osma, Zamora, Ávila, Cuenca y Sigüenza. Consideraba, en cambio, que disimulaban las relaciones con su antigua fe los nuevos bautizados de Toledo, Córdoba, Sevilla, Jaén y Badajoz. Estamos ante un documento digno de consideración, debido a que advierte matices de importancia en una materia abrumada por los juicios genéricos y por unas condenas que, en la mayoría de los casos, no admitían apelación.

Poco antes de las matanzas de judíos que suceden en España en 1474, circula una historia que después se asocia a profecías redentoristas de los rabíes, en especial de los ...
más iletrados. Una ballena hizo su aparición en las costas de Portugal, cerca de Setúbal, después de atacar con especial tenacidad a unos marineros que pretendían atraparla. Solo cuando se acercó a tierra pudieron los pescadores derrotarla, y la gente desfiló para admirar el cetáceo. Medía, según las crónicas de la época, doscientos pasos de largo por cien de ancho, y su captura se consideró como un portento. Algunos maestros de las sinagogas aseguraron entonces que el gigantesco animal era una advertencia metafísica, un mensaje de Jehová que anunciaba la cercana venida del Mesías. No estamos frente a un episodio insólito, debido a que los ataques a los seguidores de la ley de Moisés provocaron el surgimiento de una corriente mesiánica que aseguraba la llegada de una época de salvación de los israelitas, liderada por un esperado líder invencible.